La sostenibilidad de Dehesa Grande avalada por la alimentación y la dehesa salmantina
Desde hace 19 años la cooperativa salmantina Dehesa Grande está apostando porque Vitigudino, ubicado en Salamanca, sea un punto de referencia nacional cuando se hable de vacuno de carne. Gracias a su controlada expansión y a un crecimiento sostenible esta cooperativa ganadera está aumentando cada año su facturación nacional e internacional.
Actualmente Dehesa Grande es la mayor empresa del entorno, dinamizando una zona rural a través de 60 empleos directos y otros tantos indirectos. Cifras que aumentarán en los próximos meses gracias a la nueva ampliación de su matadero y al “Polígono Agroalimentario Dehesa Grande”.
En un momento en el que crecimiento de la población o la globalización siguen fomentando una revolución ganadera, aún existen pequeños paraísos donde se cuidan los detalles. Las tradiciones más ancestrales se fusionan con las innovaciones más beneficiosas para el ganado, y estas nuevas instalaciones responden a ese aumento de la demanda de carne de vacuno a nivel mundial pero bajo unas premisas orientadas a la filosofía de Dehesa Grande.
Así se traza esta filosofía: salvaguardar un proceso productivo, un ecosistema natural, un crecimiento inclusivo, un respeto por el cambio climático… ese es uno de los objetivos que desde Dehesa Grande se han propuesto para estar comprometidos en el concepto de sostenibilidad.
Y es que la dehesa que rodea esta comarca de Salamanca se conforma como un ecosistema natural que aglutina la labor agrícola, ganadera, forestal, cinegética, etc… una diversidad que intenta dejar una escasa huella ambiental.
Un espacio natural que está considerado por la Unión Europea como un Sistema de Alto Valor Natural. Un modelo de desarrollo sostenible con gran valor ecológico, económico y social, muy equilibrado y productivo en una zona climatológicamente pobre.
La alimentación optimizada
Su cría de terneros pasteros se lleva a cabo en total libertad junto a las madres hasta los seis o siete meses de edad, alimentados a base de la leche materna y suplementados con piensos naturales a base de cereales controlados.
¿Qué conlleva esto? Un compromiso cien por cien con la dehesa y con el ganado.
Asimismo otro de los puntos fuertes de Dehesa Grande es el cuidado de la alimentación del ganado de sus 600 socios.
Sin duda en Dehesa Grande saben que un pienso optimizado puede reducir notablemente la liberación de metano, aportando unos rápidos beneficios en la lucha contra el cambio climático, motivo por el que el año pasado pusieron en marcha su centro de producción.
Una producción sostenible con SOSTVAN
Desde hace unos años Dehesa Grande ha avanzado notablemente en hacer más eficientes su capacidad productiva; así el año pasado puso en marcha su centro de tipificación donde realiza estudios de I+D+i sobre alimentación y bienestar animal. Un proyecto que está incrementando la producción de vacuno de la cooperativa, avanzando así en nuevos caminos de expansión nacional e internacional y dinamización de la economía social.
La sostenibilidad está asegurada con el banco de pruebas de alimentación de terneros, donde se aplican novedosas técnicas de mejora de la producción y de la calidad de la carne a través de estudios de las propiedades organolépticas como son el sabor, la textura, el color, la temperatura.
Por otro lado Dehesa Grande también cuenta con un centro regulador de la producción para épocas de escasez de los socios, un proyecto que permite realizar de manera más eficaz lotes homogéneos para clientes muy concretos que demandan este tipo de productos.
En definitiva, todos estos proyectos perfilan a Dehesa Grande como una cooperativa comprometida con la sostenibilidad, que cree y lucha por un concepto de ganadería cómplice con el medio ambiente y con la sociedad. De ahí la importancia de pertenecer al Grupo Operativo SOSTVAN.
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